¿Qué quiere decirnos la novela, que pronto tendrá 330 páginas, deambulando por 17 vidas, con innumerables encuentros y experiencias e innumerables preguntas? “¡Nada!”, Afirma el autor.
François Maher Presley no busca la comprensión ni hace preguntas para dar respuestas al lector. Con un poder inusual de las palabras y el poder narrativo, crea identificación, secuestra al lector a mundos de experiencia en muchas partes del mundo y sus historias siempre terminan donde todo comienza: cuando se le pregunta sobre el significado de la vida y la búsqueda de la propia personalidad.
Jean David, el protagonista de la novela, tiene 17 vidas, cada una de las cuales está configurada por un encuentro. Se le puede encontrar en sus contrapartes y al final puede responder esta pregunta por sí mismo. Sin embargo, también es consciente de que esta respuesta es solo una que se aplica solo a él. Cada uno tiene que encontrar sus propias respuestas a sus preguntas, tiene que decidir en cuántas vidas quiere buscarlas o si una sola vida es suficiente. Este libro puede inspirar, en ningún caso ofrece una solución de aplicación general.
El presente trabajo impresiona por sus descripciones detalladas, que permiten que personas y lugares se vuelvan pictóricos y cuyo poder apenas se puede escapar. Las preguntas filosóficas se traducen a la vida cotidiana de forma comprensible, se cuestionan las vivencias cotidianas y se abren interesantes posibilidades de interpretación. Déjate invitar a leer. Experimente “17 vidas” o reconozca la suya propia en algunos de los capítulos.
El volumen está encuadernado, consta de 330 páginas, altura DIN A5, está provisto de una sobrecubierta y un marcador de cinta, aunque solo sea por los necesarios descansos de lectura.
Opiniones
Ahora tengo la tapa cerrada17 vidas
visto y puedo decir de nuevo que es una imagen expresiva, que dice mucho. Veo a un hombre que acaba de llegar o está a punto de emprender un viaje. O también es posible que haga una pausa entre el punto de partida y el destino. Reflexiona sobre la vida, pero no se siente decepcionado ni frustrado porque está mirando hacia arriba. Está concentrado. El fondo también recuerda a los viajes, porque reconozco los rieles y el acero oxidado. El acero oxidado es un símbolo del paso del tiempo, incluida la vida. No es un lugar bonito y está sentado sobre las maletas llenas. Se embarca en una nueva vida, sin importar si llega o se marcha.Ekkehart Stark, pintor